jueves, 10 de julio de 2008

ROCK IN RIO: Las crónicas del tapón.


Últimamente estoy muy perezosa en lo que a actualizar se refiere, dije que subiría estas crónicas hace ya la tira de tiempo y un poco más y las subo para el año que viene, je, je, je.



El título de la entrada ya lo dice todo, sí, durante este evento musical hubo algo que realmente me marcó, sin quitarle importancia a To… ejem… ejemm… Tokio Hotel, fue sin dudarlo la “seguridad”. Durante todo el día 28 de Junio, me acordé mucho, muchísimo de la vigilante que tan amablemente me quitó el tapón de la botella de litro y medio de agua y que fue tan cortés de volver a meterla en la mochila sin importarle si me acordaría de su familia por hacer que cayera un poco de liquido dentro de la mochila. La guarda era la mar de simpática, “No te doy el tapón que está en contra de las normas”, no funcionó ni la táctica ojos tiernos (sniff). Con mi querida botella en la mano izquierda, Sybelle quería librarse de una de sus botellita, por lo que me pasó una para que bebiera, mientras ella intentaba hacer lo mismo con la otra. Sin tener sed nos pusimos moradas de agua. Motivo por el cual me miraron raro al entrar ya del todo, me imagino que no es normal beberte una pequeña mientras llevas la grande en la otra mano.



Después de lo contado anteriormente, ya os imaginareis cual fue la siguiente parada, efectivamente, los baños. Fuimos directamente a información como casi todos y le pregunté a una de las chicas donde se encontraban los servicios, reconozco que fue simpática al contrario que la bruja de seguridad… DIOS!!!... QUE DAÑO PUEDE HACER UN PEQUEÑO TAPÓN DE PLÁSTICO!!!!



Estuve sufriendo todo el rato con la dichosa botella que no podía guardar en mi mochila… sniff… sniff. Después de salir de los servicios, nos protegimos contra el solecito y Sybelle me mojo a traición, o eso creía, era una tía con unos zancos que se paseaba mojando a la gente que andaba distraída. Menos mal que ya nos habíamos mojado para no quemarnos, si no la tipa se queda sin sus zancos.


Ojeamos las tiendas, muy caras y con poca cosas, todo sea dicho de paso. Nos encontramos con otro zancudo, al que cuando se acercó, pensando que quería echarnos aguas como su compañera, inocentemente le dije “oye que ya no han mojado antes” y el tío se nos acercó y nos dijo “no importa, me gustan las chicas mojaditas” todo mientras se nos acercaba para abrazarnos al estilo pulpo (que apuntito estuvo de tragarse sus zancos). Después de esto nos comentó sobre inscribirnos para un viaje, entramos y nos pusimos a inscribirnos, con unos ordenadores muyyyy tocaos y en lo que la gente que chateaba si recuerda Sybellisima estaba un poco mal.



A continuación, nos dirigimos hacía el stand de L`Oreal, donde nos tiramos unas dos horas para maquillarnos y tatuarnos, evitando así quemarnos. Hubo un momento muy peligroso durante esta espera, una llamada telefónica, estábamos rodeadas de nenas que iban a ver a Tokio Hotel y me empezó a sonar la melodía de 30 Second to Mars. Se me olvidó cambiarla, motivo por el cual sentí miradas furiosas e instintos asesinos. Sybelle que no quería quedarse sin su guardaespaldas para el concierto me recomendó que cambiara el tono, cosa que intenté pero que mi móvil no quiso. Tan ardua espera tuvo su fruto, al final nos maquillamos, pero a mi a diferencia de Sybellisima no me preguntó si quería tonos claros u oscuros, fueron directamente al rosa… no me gusta el rosa!! En fin, yo de rosita y Sybelle de negro nos fuimos al césped cerca del concierto para ir cogiendo sitio. Tras ver las horas, Whitney Houston, me abandonó para hacer una llamadita telefónica… snifff… snifff… me volvieron a tomar por extranjera… snifff… snifff y la espera se me hizo larga, ya que los pelmazos del grupo de tíos de detrás estuvieron diciendo cosas porque no los iba a entender. Al final, apareció mi querida compañera a tiempo de ver el concierto y echándome las culpas de no coger el móvil, pues se había llenado toda la zona de gente y no me encontraba. Momento en el que me defendí, pues con el ruido de los demás no oyes el teléfono y corte para los cretinos de atrás que se callaron de golpe. Aunque no me apetecía escuchar más tonterías y le propuse a Sybelle acercarnos al escenario.




Durante el concierto de Carlinhos brown, hubo de todo un poco, desde los fumetas de María que teníamos detrás hasta pervertidos que sólo se le iban los ojos detrás de los escotes o te pegaban en el culo con guitarras inflables y que pudieron llevarse alguna que otra hostia. Nos movimos mucho al ritmo de la música y nos reímos y lloramos. Hubo un incidente que nos llegó al alma, la Muerte de mi Botella, tras todo el día paseándola en mis manos, todo lo que pasamos juntas, la dejé en el suelo un momento y durante uno de los bailes… cayó violentamente al suelo y fue pisoteada hasta su total destrucción… POR QUÉ ELLA??? Apenas tenía un día… NOOOOOO…



Tras ver el cuerpo inerte de boti, Sybelle se llevó un shock y necesitó de algo de agua, que ya no teníamos por la maldita tía de seguridad. Fuimos donde los sándwiches, pedí (¿por qué siempre me toca pedir a mi?) el sándwich y una botellita de agua. El chico que nos atendió, fue realmente majo, cuando nos dio la botella, dirigió sus dedos hacía el tapón de ese ser indefenso, a la que yo espantada le miré con carita de susto por lo que iba a hacer. El chico me miró y me dijo “nos obligan a quitar los tapones, lo sien…”- mi susto fue en aumento y puse cara de “nooooooo…. Por dios nooo” faltándome sólo levantar mi puño, según lo que me contó luego Sybelle entre risas a mi costa, sniff- el chaval muy amable me dijo “bueno llevártela”, menos mal que no soy muy efusiva como ya le dije a mi compi de concierto.



De este modo nos preparamos para escuchar a Tokio Hotel… AHHHHHHHHHH…!!!! Conseguimos buenas posiciones y fuimos las maestras del “fondo sur”, durante todo el concierto nos movimos y levantamos nuestros brazos al ritmo de la música y nos dejamos llevar un poco entre las miradas de una madre y una niña de delante y al lado mío. Mientras, el “fondo sur” de detrás nuestro chillaban como locas, dejando a la gente sin oído. Nuestro sector fue el que más se hizo notar, dirigido por nosotras. Entre saltos, brazos arribas y gritos nos divertimos y disfrutamos a tope a T... estooo… Tokio Hotel.







El Canto del Loco, fue ya para cenar y relajarnos, dijo algunas cosas que tenía que haberse cortado un poco… tío, tienes un grupo alemán… CORTATE. Después, cuando estaba acabando el concierto del Canto del Loco, decidimos que era hora de irnos, cogimos el bus hacía el Bernaveu (tan grande y no lo vimos a llegar), nos encontramos con Paquirrin (es mucho más feo en persona que por la tele) y nos dirigimos a casa.



En definitiva nos lo pasamos muyyyy biennnnn y disfrutamos como enanas del concierto. Aunque tengo que decir que esperaba que hubiera más cosas de las que hubo.



Sobre el tío de Audi, no cuento, pues se lo dejo a Donna Sybelle, fue realmente divertido lo del g·$%&, ju, ju, ju… Yo tuve más suerte preguntando no eran tan idiotas.





SIEMPRE TE RECORDARÉ BOTELLITA



3 comentarios:

Maeglin dijo...

Joer como me alegro que la cosa saliera tan redondísima Rubia. La verdad era esceptico de que os dejasen ver algo las niñas mega hormonas pero veo que sois dos superdos y pillasteis un sitio de escandalo y os hicisteis con los mandos del Rock In Rio.

Oye de leer a Sybelle y de leerte a tí no puedo dejar de darle vueltas a lo del canto del Loco. Poned algunalas "clavadas" que dijeron los de Dani Martin que me pica el gusanillo del cotilleo dama de los vientos.
Si quieres Vestir el Negro y servir a la Guardia de la Noche Maripe y un servidor estaremos encantados de vigilar El Muro con vos. Winter is Coming.

Pd: Q tal esa Civil War? Y terror a medianoche?

Pandora dijo...

Lo dicho en el blog de Syb... Me alegro de que os lo pasarais tan bien.
Veo que tu eres de las mías con eso de meter los zancos por según qué lugar del cuerpo masculino... Es que los tipos zancudos no son lo que eran.
En cuanto a Paquirrín, si lo que dices es cierto espero no encontrármelo por la calle, no sea que del susto me de un ataque al corazón y la liemos.

Anónimo dijo...

Repitiendo comentario, je, je, je. Intentaré que no me salga nada excesivamente parecido a lo que ya he puesto en el blog de Sybelle, aunque creo que va a ser muuuuuuuuuuy difícil. Allá voy.

La experiencia Rock in Río tuvo que ser grande grande, porque ir a un evento de esos que tiene tantísima publicidad y un cartel tan amplio siempre tiene su aquél; y si encima vas a ver un grupo que te encanta pues muchísimo mejor. Seguro que os lo pasastéis como enanas viendo a vuestros german boys en directo. Je, je, je, ya os estoy visualizando: cantando como perracas, saltando, bailando... Ains, qué bien se lo pasa una cuando se mete de lleno en el espectáculo. Recuerdo yo mi época de los Take That, lo bien que me lo pasaba con ese tipo de cosillas... Algo que repetí más tarde con el locuelo de Robbie Williams y más recientemente con Crowded House -la verdad es que este fue más tranquilito pero me lo pasé "que te cagach", que diría mi amigo Bok-. Intentaré seguir con la tradición en el concierto de Coldplay, que ahí pienso dejarme las cuerdas vocales para el arrastre, je, je, je.

En cuanto al maquillaje, ¡tenías que haber exigido ver la paleta de colores! Que eso de que te clavaran el rosa porque sí... Hubiera sido mejor que te dieran opción a elegir, pero seguro que te dejaron monísima de la muerte -aunque ya te comento yo que tú lo eres de contínuo, dí que sí, échate flores a mansalva-.

Veo que lo de tu botellita fue un auténtico trauma para ti. Si te sirve de consuelo, la tendré presente en mis plegarias. Rest In Peace Font Vella de litro y medio.

Muchos besotes guapetona