Lo primero de todo, desearos Feliz Nochebuena y que Papa Noel os traiga muchos regalitos, además de una muy Feliz Navidad. En honor a tan humilde personaje os traigo un poquito de él.
A este personaje patriarcal, tierno y protector, que reparte regalos a los niños de toda condición hoy se le llama Santa Claus, Father Christmas, Sinterklaas, Papá Noel, Baboo Natale… Ayer se denominaba San Nicolás. Y mucho antes aparecía con el nombre de Señor Invierno por los caminos nevados de los pueblos centroeuropeos. Pero más atrás aún en el tiempo, se celebraba con la advocación de Saturno entre los romanos y Cronos entre los griegos.
La figura de Papá Noel -también llamado Santa Claus, Sinterklaas o Père Noel, según el país- está inspirada en la vida del obispo de Mira (la actual Turquía), conocido hoy como San Nicolás, quien fue muy popular por su bondad y por su generosidad con los pobres.
El único Papá Noel de carne y hueso del que tenemos noticia (ya que el que nos visita actualmente en Navidad es una especie de mago) vivió en el siglo IV de la era cristiana en los valles de Lycia en el Asia Menor. Su aspecto distaba bastante del que hoy se le atribuye. Se lo representaba como un hombre de complexión delgada y gran estatura que vestía como un sacerdote. El hecho de que se lo represente con tres bolsas doradas se debe a que, según cuenta la leyenda, Nicolás de Bari supo en una ocasión que uno de sus vecinos se encontraba en bancarrota y que estaba desesperado por no tener la dote de su hija, comprometida para casarse en fecha próxima. Al conocer las tribulaciones de su vecino, Nicolás dejó una bolsa con monedas de oro como un obsequio en la casa del mercader. La boda se celebró sin contratiempos. Desde entonces cobró fuerza la costumbre de intercambiar regalos en Navidad.
Se llamaba Nicolás y fue una de las figuras más veneradas por los cristianos de Oriente y Occidente durante toda la Edad Media. Todavía hoy acuden multitudes de fieles a visitar sus reliquias en la basílica de Bari.
Parece ser que Nicolás de Bari nació en una familia acomodada de comerciantes y que, de muchacho, estaba indeciso entre seguir las huellas paternas por las rutas mercantiles del Adriático, o cumplir los deseos de su madre que lo quería sacerdote como su tío, el obispo de Myra. La peste solucionó el dilema de Nicolás: sus padres murieron en ella y el muchacho, conmovido por el desastre, repartió su herencia entre la muchedumbre asustada y malherida que había sobrevivido a la catástrofe. Luego se puso en camino hacia Myra a la búsqueda del tío-obispo.
Y aquí comienza la leyenda:
Mientras tanto, el tío-obispo muere y los sacerdotes de Myra no consiguieron ponerse de acuerdo en su sucesor. Cansados de votaciones inútiles deciden elegir al primer cristiano que pusiera los pies en la iglesia. Y así el joven Nicolás se convirtió en obispo de Myra.
En el año 1087 los restos de San Nicolás fueron llevados a Bari (Italia), donde se construyó una iglesia en su nombre, pero curiosamente en Italia no es San Nicolás quien trae los regalos de Navidad sino una bruja buena.
Muchos acontecimientos ocurrieron para convertir a Nicolás en santo patrón de Grecia y Rusia, regiones como Lorena, ciudades como Friburgo y Moscú; para que por toda Europa se alzaran centenares de templos en su nombre. Incluso en el 1087 navegantes italianos secuestraron sus restos a los musulmanes y se los llevaron a Bari para custodiarlos bajo el amparo de una bandera cristiana.
La transformación de San Nicolás en Papá Noel:
Debió ocurrir en 1624. Por aquellas fechas, emigrantes holandeses habían fundado en el continente norteamericano una ciudad, Nueva Holanda, que más tarde se denominaría Nueva York al pasar a manos inglesas. Los emigrantes holandeses se trajeron con ellos a su San Nicolás (Sinterklaas) y de ahí Santa Claus. Con ese nombre se extendió por todo el continente norteamericano.
Momento de la popularidad de Papa Noel:
Pero quien realmente popularizó la imagen de Papá Noel fue el emigrante Thomas Nast. Él se había hecho muy famoso como caricaturista político. En 1863 se le ocurrió la idea de crear un personaje especial para sus historietas navideñas en el Harper's Weekly. El éxito fue arrollador y una nueva imagen de Papá Noel, vestido de rojo, con gorro y botas altas saltó a todas las revistas infantiles y periódicos de su tiempo. Nast debió basarse en los señores del invierno europeos porque su Papá Noel es absolutamente pagano, pero poco tenía ya que ver con San Nicolás de Myra y Bari.
En el siglo XII la tradición católica de San Nicolás se expandió por Europa, mezclándose con celebraciones similares. Hacia el siglo XVII emigrantes holandeses llevaron la costumbre a Estados Unidos.
Aunque la leyenda de Papá Noel sea antigua y compleja, y proceda en parte de San Nicolás, la imagen familiar de Santa Claus, con el trineo, los renos y las bolsas con juguetes es una invención estadounidense de estos años. Hasta que el escritor inglés Clement Moore lo imaginó en un trineo llevado por ocho renos, Papá Noel repartía sus regalos a pie o montado en un caballo. Pero además, no siempre tuvo la imagen universal que se conoce hoy. El nuevo aspecto de tan querido símbolo navideño, un hombre regordete de sonrosadas mejillas y larga barba blanca, se debió al arte del caricaturista norteamericano del siglo XIX Thomas Nast, quien representó así a Santa en una ilustración. En 1931 una marca de gaseosas le encargó al diseñador Haddon Sundblom que dibujara un Papá Noel para su campaña navideña. Esa imagen quedó en el imaginario popular y luego ya nadie lo imaginó de otra forma.
Santa Claus en el s. XX.
En el siglo XX, la empresa Coca-Cola encargó al pintor Habdon Sundblom que remodelara la figura de Santa Claus/Papá Noel para hacerlo más humano y creíble. Esta versión data de 1931. En este punto, sin embargo hay aclarar que es solo una leyenda urbana la creencia de que el color rojo y blanco de Santa Claus tenga su origen como tal, aunque sí su popularización, en los spots que la marca Coca-Cola empezó a hacer a partir de 1931. Esto ya que hay muchas ilustraciones y descripciones casi fidedignas anteriores al spot como la de Thomas Nast [1]1869) o St. Nicholas Magazine(1926), entre otras; eso sin considerar además las antiguas representaciones religiosas del obispo San Nicolás de Mira ó San Nicolás de Bari, en las que es común el color rojo y blanco de la vestimenta religiosa. Por ello, si bien es cierto que desde mediados de 1800 hasta principios de 1900 no hubo una asignación concreta al color de Santa Claus, siendo el verde uno de los más usados; sí se considera que su campaña masiva sí fue una de las principales razones de por qué Santa Claus terminó vestído de color rojo y blanco, aunque no hayan sido los primeros en usarlos.
Referente a su origen, como la leyenda se originó en el Hemisferio Norte, a principios del siglo XX se esparció la idea de que viviría en el Polo Norte; sin embargo igualmente hay que recordar que existen otros lugares cercanos postulados como su hogar, los cuales son: Laponia sueca, Laponia finlandesa y Groenlandia; puesto que el Polo Norte está en medio del Océano Ártico.
Si teneis chimeneas cuidado con tenerla desentracadas.
¡¡Feliz Noche!!
Con ayudita de la wikipedia.
1 comentario:
El articulín esta´ de LUXE pero yo me declaro irreductible de sus Majestades de Oriente...¿¿Donde va a parar?? Un gordi en chandal de felpa roja, una verrugosa bruja como los italianini, un pastor unicejo el Olenchero para los Euskaldunes o nuestros muy mágicos y muy glamourosos REYES MAGOS. KINGS WIZARDS RULE!!!
Publicar un comentario